El día que le pregunté a una IA (inteligencia artificial) qué sabía de Mágina –Artículo para Ideal Sierra Mágina, marzo 2023–

    Quienes acostumbráis a visitarme en mi refugio maginense, bajo las ramas de este ¬almecino, desde donde unas veces os obsequio con la degustación de sus almecinas (dulcemente breves por lo exiguo de su carne, aunque intensas como un dátil), mientras otras os lanzo sus huesos con mi incontinente cerbatana de reproches a modo de pedradas, tal vez no muy certeras, aunque no indoloras. Quienes frecuentáis esta columna, decía, sabéis de mi hábito trasnochado por eso del filosofar, que no es otra cosa que el pensar para saber, puesto que cuando las personas saben algo lo siguiente es intentar desentrañar por qué existe, cómo lo hace y cómo se relaciona con nosotros y lo que nos rodea. 

    Ya decían los griegos; que el principio de la filosofía es el asombro: la primera manifestación desde muy niños de ese motor intangible —llámese alma, inteligencia, espíritu, energía— que mueve nuestro raciocinio y nuestros actos. Luego mi manera de proceder en esta columna tal vez no sea más que el deseo, también la necesidad, de prolongar ese espíritu infantil de por vida. Algo, por otra parte, muy común al resto de los mortales, aunque pocos lo confeséis. Que levante la mano si no, quien al cabo del día no se sorprenda a sí mismo divagando, musarañeando que dice mi madre; perdido allende en los confines de las Batuecas, de Babia, de Mágina… 

    Hallándome pues en estos menesteres, trasladado en mi trance bajo el amparo de mi virtual arbolillo moraleo, y confieso que, con harta gula de curiosidad, me dio por hacerle esas mismas preguntas que siempre me traen de cabeza en estas páginas de Ideal Sierra Mágina a una de esas aplicaciones de inteligencia artificial llamadas en breve a dominar los aspectos más relevantes de nuestras tristes y ciberdependientes vidas. Así fue cómo le pedí a la susodicha IA que escribiera un artículo sobre las bondades, tanto las existentes como las potenciales, de Sierra Mágina: aspectos económicos, culturales, sociales, turísticos…

    No pasó ni un minuto, o eso se me antojó, pues realmente no sé el tiempo que estuve abducido por el parpadeo del cursor en la pantalla a la espera de un milagro más, de una nueva muesca en el tronco/asombrario de mi almecino. Pero allí estaban: 434 palabras nada desdeñables sobre Mágina. Es más, en estos años he leído artículos sobre esta tierra que estarían muy por debajo (tanto en información y conocimientos como en calidad de texto) del nivel demostrado por este engendro, no sé si de un bot o del demonio. 




    Para empezar, hasta nos hace la pelota. Tras situar geográficamente Sierra Mágina, el susodicho añadió que «es una de las zonas más bellas y fascinantes de Andalucía», apuntalando su afirmación en su «impresionante» paisaje natural, la autenticidad de su cultura y tradiciones y la amplia variedad de actividades turísticas y económicas que hacen especialmente atractiva a nuestra comarca. Llegados aquí, no cabe la menor duda de que el código de esta aplicación en concreto resulta un tanto empalagoso, pues parece haber sido programado con un punto excesivo de adulación, si es que se puede considerar esta como cualidad propia de una inteligencia artificial.  

    Yo le había pedido también a la aplicada inteligencia artificial que me hablara de los potenciales de nuestra tierra. Sentía una vaga ilusión porque su verborrea binaria viniera a desencadenar la confabulación del universo, la serendipia que iluminase el camino por dónde adentrarnos en una concatenación de unos y ceros hasta el futuro de Mágina. Y es aquí cuando caigo en la cuenta de que esta máquina infernal solo está construyendo un trampantojo, dibujado a raíz de un totum revolutum conformado por entrevistas, artículos, declaraciones políticas… el diverso material que sobre nuestra tierra circula por las concurridas autopistas del ciberespacio. De ahí deduzco que la mayoría de las opiniones existentes al respecto coinciden en que es el turismo el punto más fuerte a explotar y con mayores posibilidades de desarrollo en Sierra Mágina. A continuación, como si de un político local se tratara, la IA apostilla que, «gracias a su riqueza natural, cultural y patrimonial, la comarca es un destino ideal para aquellos que buscan un turismo sostenible y respetuoso con el medio ambiente».

    Sin embargo, en lugar de desencantarme, al igual que el niño pequeño, no quiero dejar de asombrarme y escarbo en mi búsqueda de lo bueno y de lo bello, y me encenago de ingenuidad, mientras le pido a la máquina un último capricho, una última chiquillada: «Anda, escríbeme un poema sobre Sierra Mágina». Y tras parpadearme una vez más a modo de cómplice guiño, me contesta:

Sierra Mágina, tierra de poetas, de olivares y de luz, donde el sol alumbra el camino y la historia cobra su esplendor. /Como dijo Machado una vez, "Sierra Mágina, soñada sierra", la belleza de sus cumbres y valles nos hace soñar con el amor. /Sierra Mágina, montañas de plata, de luz, de olivos y de sal, en tu pecho guardas el alma de esta tierra, de esta España sin igual.

    Entonces, decepcionado por un poema digital, saturado de simplezas y lugares comunes, busco refugio en los versos de carne y hueso de Soco Mármol Brís: Pero aquí, sobre el Pueblo/ han pasado los pájaros. De paso. /Lo mismo que maletas de cartón.






Comentarios

  1. Me emocionas, mozuelo pastor de letras. ¿Recuerdas también el título de ese poema que reproduces?

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    1. Lo emocionante son esos versos de carne y hueso; versos en carne viva tuyos. Se trata de un fragmento de tu poema titulado «Emigrantes (Sierra Mágina en la memoria del otoño)», recogido en tu poemario «Probablemente, Otoño».

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