El monolito
El día 20 de julio de 1987 a las 12:30 horas, se desmontó el monolito
que se erigió en memoria de Camilo Alonso Vega. Las piezas de granito
que lo componían fueron retiradas a un almacén provisional. Con el
tiempo desparecerían de la faz de la tierra. Si analizamos la figura
histórica de Alonso Vega, encontramos al militar, paisano y amigo de
Franco, cuya participación entre las filas golpistas del 36 fue clave,
sobre todo en la batalla del Ebro, pues logró partir la zona afín
al gobierno legítimo de la República en dos. Más tarde fue Director
general de la Guardia Civil, cuerpo que militarizó y purgó de todo
elemento sospechoso de ser republicano, además de perseguir al maquis
por todas la sierras de la geografía española hasta prácticamente
aniquinarlo. Después, en los años 50, don "Camulo" (apodo que le decian
por lo "mulo" y bestia que era), fue recompensado por su amigo el
generalísimo con el ministerio de la gobernación. Y aquí lo conocimos en Bélmez
a raiz de las inundaciones del 57 (casas hundidas en las Cuevas).
Después vendría el alcantarillado, las escuelas, asfaltado, y por último
la iglesia, hecho éste del que se cumplen 50 años ahora. Lo que quiere
decir, que en Bélmez se conoció la
cara digamos "amable" del señor Alonso Vega, al que familiarmente se le
llamaba "don Camilo", como a un padrino o a un benefactor. Cuando el 2
de junio de 1974 se inauguró el monolito donde aparecía todo esto en una
parrafada farragosa llena de grandilocuencia castrense, que a mi
particularmente me recordaba a los guiones del NODO, su viuda respiró
aliviada al comprobar que no se había hecho un busto en honor a su
marido, como se pensó en principio. La señora se imaginaba ya, un año
antes de morir Franco, cómo podía acabar la estatua de su esposo.
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