Las nuevas "Relaciones" de Moros y Cristianos (I)

Antiguos trajes de Moros y Cristianos en Bélmez de la Moraleda

Los textos de las representaciones de moros y cristianos -tanto el que se interpreta el primer domingo de mayo en Belmez, como el de las fiestas de Agosto de la Moraleda- obedecen a la reconstrucción tras la guerra civil del 36 de esta tradición existente en nuestra villa desde tiempos inmemoriales, y que además venía a relatar el origen de la devoción al Señor de la Vida. El gran artífice de estas nuevas "relaciones", que es como las llamamos en Bélmez de la Moraleda, fue el párroco don Antonio Soto Guerrero, pues de él partió la idea y así fue que le propuso a don Antonio Gurzmán Merino la recreación en verso del misterio dramático, cuyo estreno se produjo durante las fiestas patronales -entonces en octubre- del año 1943. El sacerdote lograría así de una manera sencilla y popular restaurar el fervor religioso de su desmoralizada feligresía, que no ejercía como tal en público desde antes de la guerra. Por otra parte, nos consta cómo disfrutó del encargo Guzmán Merino, pues no sólo se explayó en sus virtudes poéticas, sino que hizo alarde de su oficio como hombre de cine, llegando a crear toda una cantera de actores en la localidad para dicha representación, a los que dirigió y formó durante las temporadas que pasaba en su querida "Moralea".

Antonio Guzmán Merino durante el rodaje de una de sus películas