Un mal sueño —Artículo para Ideal Sierra Mágina, abril de 2024—
S abéis que me suelo poner muy «estupendo» —r ecordad que c on este adjetivo don Latino de Hispalis reprochaba en Luces de Bohemia al lunático e iluso Max Estrella su incontinente verborrea — . Puede que este sea un tic de alumno de la educación pública que yo no pueda o no quiera evitar ; como si me sintiera en una continua obligación de demostrar que lo que mis padres invirtieron en mi e ducación , complementado con lo que el Estado aportó a su vez de nuestros impuestos , ha servido al menos p a ra construir interminables circunloquios que leen unos pocos y le s importan a menos. Pero hoy voy a acoger me a argumentaciones que he oído durante toda mi vida , e interiorizado como propias, provenientes de la sabiduría popular maginense . Porque no hay que confundir la sencillez de los axiomas de nuestra s gente s del campo con la simpleza o la banalidad, al sentenciar que, si el campo no quiere o no puede, la ciudad se muere . Es